Los perros que son vecinos de los leones

 

Una consecuencia positiva del confinamiento obligatorio por el Covid-19, ha sido el enorme aumento de adopciones de mascotas en todo el mundo. Es posible que nuestros seguidores conozcan a Kevin y a su equipo como a los amantes de “felinos” más reconocidos del mundo, pero la verdad es que también somos ávidos amantes de los perros. Entonces, es lógico que cuando nuestro personal se encontró con una perra, cruza de pitbull, delgada, hambrienta y asustada, olfateando alrededor del área del refrigerador, sus corazones se derritieran. Esta pequeña perrita estaba en malas condiciones, llena de garrapatas y pulgas, claramente sobreviviendo como podia. 

Miembros del personal de KRWS y Kimberley
El personal publicó su foto en el sitio web de Dinokeng y preguntó si alguien la estaba buscando, pero nadie respondió. Faltaban pocos días para el comienzo del confinamiento obligatorio y el personal estaba comenzando a encariñarse con esta huérfana de la selva.

Y así presentamos… a Kimberley, la perra de “compañía” del Santuario de Vida Silvestre de Kevin Richardson (KRWS por sus siglas en inglés). No sabemos bien por qué el personal la llamó “Kimberley”, pero aparentemente el nombre significa “mujer que tiene gran fortaleza” y, la verdad, es que el nombre nos gustó. Kimberley fue a ver al veterinario, fue esterilizada, vacunada, tratada contra gusanos y garrapatas. Obtuvo el mejor tratamiento veterinario del país, gracias al hecho de que sus vecinos depredadores tienen muchos contactos con profesionales, y de los buenos, que se dedican al cuidado de la salud. Su padre es Daka (en la foto con ella a la izquierda), pero ella les ha robado el corazón a todos con su naturaleza dulce y lamidas cariñosas.

 

Kimberley no está sola. Otro amigo canino ha estado en el santuario durante más de un año: Guido, el pointer alemán. Guido tiene su propia historia. A los nueve años se mudó desde un pequeño pueblo de Francia con su dueña, Caroline, una de las directoras de la fundación que ahora vive en el santuario. Cuando Caroline y Guido emigraron al santuario, todos estábamos un poco preocupados pensando si este sabueso real, acostumbrado a los lujos de la campiña francesa, se adaptaría a la naturaleza salvaje de la selva africana.

Aprendimos que nunca hay que subestimar la adaptabilidad de un animal. Guido no tuvo problemas para adaptarse a ver jirafas deambulando por la cerca en las mañanas, o la llamada de los chacales por la noche. Su obsesión por perseguir pelotas de tenis lo distrae de la vida salvaje que lo rodea, además exige que los voluntarios del santuario le lancen estas pelotas en cada oportunidad que encuentra. Siendo un perro acostumbrado a estar solo entre humanos, Guido se portó bien cuando conoció a Kimberley por primera vez. De hecho, prácticamente la ignoró. Pero Kimberely esperaba todas las mañanas en la puerta del Trading Post, y lenta pero seguras mente, sus colas comenzaron a moverse. Los dos ahora son como carne y uña, juegan juntos e incluso tratan, a escondidas, de subirse al sofá de la habitación de Caroline. Reciben sus paseos y golosinas para mascotas a diario y la familia KRWS ahora es más grande, tiene una nueva integrante. ¡Bienvenida a la familia Kimberley!
Retrato familiar de Guido y Kimberley
Relajados en el sofá después de un largo día persiguiendo pelotas y jugando