Historia de la foto: Los tres amigos

 
Por Caroline Edmonds
Recientemente visité el Parque Nacional Kruger con el director Rodney Nombekana. Para las personas que no conocen a Rodney, es uno de los guardabosques mas reconocidos del sur de África, con él guiando el camino, están garantizados inolvidables avistamientos de leopardos y leones. El conocimiento de Rodney es tan vasto que no vale la pena preocuparse por lo que no se sabe.

En una fría mañana, Rodney nos llevó a Chongwe con un objetivo: encontrar algunos leones machos que andan por la zona y que a veces son vistos alejados del resto de la manada. Para nuestro deleite, los encontramos. Parecía que estos tres amigos estaban en una salida hombres, participando en las actividades típicas de los leones machos: acostados al aire libre, sin amenazas, relajados sin ninguna preocupación.

A menos de 20 metros de la carretera sin un vehículo a la vista, ¡los teníamos para nosotros! Los dos leones adolescentes eran impactantes, y por su parecido supusimos que podían ser hermanos. El otro amigo era un poco más joven; su melena no había crecido completamente y no estaba tan relajado. Estaba todo el tiempo mirando a su alrededor, este joven estaba realmente inquieto.
Fidget tenía el aire de un joven al que se le permitía salir con los chicos más grandes, un personaje, al que no podíamos dejar de mirar. Mientras los hermanos se relajaban, Fidget no podía quedarse quieto: un bostezo, una rascada rápida y arriba de nuevo, listo para ir a pasear.
Se alejó tranquilamente en dirección a un pequeño árbol. Cuando llegó allí, literalmente se lanzó sobre él, casi como un futbolista tacleando a un oponente. En un instante, envolvió ambas patas delanteras alrededor del tronco y asomó la cabeza por la horquilla del árbol. Este león era literalmente un “abraza árboles”. Los hermanos finalmente lo siguieron y los tres amigos se acomodaron nuevamente, no por mucho tiempo. Fidget se levanto de nuevo, mirando a un Ñu lejano, rascándose y bostezando.
A pesar de lo entretenidos que estábamos, los hermanos ignoraron al inquieto joven. Sin embargo, uno de ellos aprovechó la oportunidad para tomar el rol abraza arboles. 
Una vez más, Fidget hizo que todos se muevan. Vio un pequeño arbusto que pareció gustarle, los hermanos pacientes lo siguieron y decidimos dejarlos en paz. Habíamos pasado dos horas a solas con ellos; un privilegio poco común. Gracias a mis tres Amigos por una experiencia que nunca olvidaré.    
Todas las fotos son cortesía de Caroline Edmonds